Asesinato del senador Belisario Domínguez
7 de octubre de 1913
El 7 de octubre de 1913 se conmemora la muerte de Belisario Domínguez, víctima del régimen golpista e ilegal de Victoriano Huerta. Domínguez, en ese entonces senador por su estado ante el Congreso de la Unión, respondió al informe rendido por Huerta el 16 de septiembre de ese año con un discurso, mismo que tenía intención de leer el día 23 de ese mismo mes. En el texto se denunciaban las falsedades del informe de Huerta y la forma en que se mentía acerca de la realidad nacional y por lo mismo significaba un duro golpe para su gobierno.
El discurso no fue aprobado por el presidente del Congreso, pero esto no detuvo al senador. Domínguez decidió imprimirlo en un volante y circularlo por toda la ciudad, pidiendo a todos aquellos que lo recibieran que lo hicieran llegar a más personas. Pero ante su urgencia por manifestarse y proyectar sus ideas ante el resto de sus colegas, tomó la palabra en la sesión del día 29. En esa ocasión Domínguez exhortó a los legisladores a cumplir con su deber de implantar el orden, y para ello solicitaba ser comisionado para pedirle la renuncia a Huerta, llevando consigo una solicitud firmada por todos los senadores y una copia de los dos discursos escritos por él. Según la investigadora Elsa Aguilar, “el senador sabía que esa pretensión suya lo ponía en peligro de muerte, pero pensaba que la renuncia de Huerta era la única manera de volver a la legalidad”. En la noche del 7 de octubre de 1913, dos hombres lo secuestraron y no se supo nada más de él hasta unos días después, cuando su cadáver fue encontrado en una fosa a orillas del cementerio de Coyoacán. El asesinato de Belisario Domínguez provocó un escándalo público y una oleada de protestas que obligó a Huerta a disolver el Congreso dos días después y a llevar a la cárcel a 90 diputados. Para recordar a este destacado mexicano que alzó su voz ante un gobierno violento e ilegal, seleccionamos documentos sobre este personaje y también de algunas organizaciones que decidieron nombrarse como él para honrar su legado democrático.