Estos documentos, periódicos, reportes y fotografías dan cuenta de las condiciones en las que campesinos y trabajadores enfrentaron una política represiva y autoritaria que se configuró a finales de los años sesenta. Mujeres, niños y hombres fueron víctimas de un tiroteo producido por disputas políticas atravesadas por los intereses del cacicazgo local, las elecciones en el estado de Guerrero y la intervención de diferentes actores y funcionarios del gobierno.

La masacre de la Coprera de Acapulco sitúa un acontecimiento de represión y maltrato que se extendió en una serie de operaciones tanto de las policías municipales como del Ejército, que articularon un plan contrainsurgente y donde los campesinos fueron el sector de la población más afectado. Reportes de espionaje, infiltración en las asambleas campesinas, seguimiento a los líderes y registro de las manifestaciones dan cuenta del trabajo que realizó la Dirección Federal de Seguridad para controlar las actividades de las organizaciones copreras.