A partir del siglo xix el público lector creció así que mujeres, obreros, niñas y niños empezaron a consumir textos de diversa índole y se debió a que la alfabetización se fue generalizando y países como Francia volvieron obligatoria y gratuita la educación primaria, a finales del mencionado siglo. Así que estos nuevos lectores repercutieron en los proyectos editoriales e iniciaron a editarse obras que aportaran a los proyectos educativos de la niñez y otras que pudieran estimular la curiosidad natural que hay en ellos. Inserta en ese contexto fue creada la Biblioteca del niño mexicano.

Las diferentes entregas de la colección recuperan sucesos y relatos del pasado mexicano y abiertamente glorifican a ciertos personajes; el autor atribuye la desgracia en algunos héroes a acciones que iban en contra de las costumbres entonces aceptadas. Los “lectorcitos”, como Frías los llamaba, tuvieron acceso a historias como el encuentro de Moctezuma y Hernán Cortés o la leyenda de los dos volcanes más emblemáticos del centro del país: el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl. En la actualidad, estas historias se encuentran un tanto distanciadas de los infantes que navegan por Internet con gran agilidad; no obstante, recuperamos ésta con la intención de que ellos se asomen a lo que hace cien años los niños leían con interés y fascinación. En esta entrada ponemos a disposición las 25 entregas de la primera serie de dicha compilación; vale la pena mencionar que el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, con motivo del bicentenario de la Independencia, conjuntó una sección llamada “Jóvenes y niños”, en la que podrán consultarse las cinco series de la colección.