El retrato en los grabados de Leopoldo Méndez
El gran artista Leopoldo Méndez (1902-1969) es considerado, junto con José Guadalupe Posada, como el más destacado grabador de México. Su vasta obra abarca una inmensa variedad de temas y es conocido por su mordaz crítica social, vinculada estrechamente con su activismo político de izquierda, mismo que influenció su producción gráfica.
Quizás el género menos conocido que cultivó Méndez sea el que se muestra en esta pequeña colección de retratos, en donde podemos identificar sus afinidades con los personajes representados. Como miembro del Partido Comunista de México (PCM) capturó en sus trazos los rasgos de los líderes e intelectuales que encabezaron dicha tendencia. Igualmente, inmortalizó a figuras del México antiguo como Manuel Doblado, ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Benito Juárez, o a Gustavo Espinoza Mireles, militar carrancista, gobernador de Coahuila. Mención aparte merece el dibujo que dedicó al poeta colombiano Porfirio Barba Jacob, quien terminó su largo peregrinar por América Latina en nuestro país, donde falleció de tuberculosis en 1942. Justo ese año enmarca la creación de algunos de los grabados que aquí mostramos; el contexto es específico y responde a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Leopoldo Méndez, junto con sus colegas del Taller de Gráfica Popular (TGP), se dio a la tarea de ilustrar a los protagonistas del conflicto, especialmente a aquellos afines a la causa soviética. Es entonces cuando el género cobra importancia en su trabajo, su estilo se aleja de la caricatura política y se perfila con una inclinación realista que logra reflejar con sus líneas definidas los gestos característicos de los retratados. Cerramos la colección con dos imágenes más que dedica a sus colegas José Mariano Lara, impresor en la Nueva España, y a su cercano colaborador José Sánchez.
Entre los personajes de izquierda destacados durante la Segunda Guerra Mundial mostramos los grabados que realizó del líder de la URSS Joseph Stalin, a quien presenta altivo; en la pieza recrea una iluminación que suaviza su característico rostro de rasgos marcados. El también soviético Ilia Erenburg, quien documentó las atrocidades de la guerra en los campos de concentración, es dibujado por el grabador en una actitud reflexiva, develando su personalidad intelectual. Otro de los grandes pensadores y férreos opositores del nazismo fue el filósofo Antonio Gramsci a quien Méndez interpreta seguramente a partir de una impresión fotográfica. No podía faltar la figura de Manuel Ávila Camacho, el presidente mexicano en funciones durante el citado conflicto bélico. Dentro de las personalidades también sobresale el retrato de Vicente Lombardo Toledano, sindicalista y líder político de tendencia marxista que, pese a no haber militado en el PCM, estaba convencido de la edificación de una nación socialista para nuestro país.