Tarjetas de visita
Las tarjetas de visita, también conocidas como de presentación, son un elemento esencial en la papelería corporativa de cualquier persona que ofrezca servicios o productos a terceros. Por desgracia, su uso está a punto de desaparecer porque la tecnología nos ha proporcionado otro tipo de medios para mantenernos en contacto con las nuevas personas que conocemos en el ámbito personal o profesional. Por eso, con esta colección quisimos hacer un poco de historia a través de estos pequeños trozos de papel que eran empleados entre las clases acomodadas de las ciudades, una tradición que comenzó desde el siglo XVII y que continuó hasta bien entrado el siglo XX.
El uso ordinario de la tarjeta de visita tiene un origen social y comercial en la Francia de Luis XIV, que se extendió por Europa en los primeros años del siglo XVIII, y especialmente en España, como una más de las modas importadas del país vecino con los primeros borbones. Por eso no es raro encontrarlas de manera temprana en nuestro país. Su uso presupone la existencia de una sociedad empapada de la elegancia cortesana, del buen gusto en las relaciones sociales, de la galantería o los buenos modales propios de los estamentos privilegiados para diferenciarse del resto de la sociedad.
Personajes de la nobleza, pero también eclesiásticos, médicos, funcionarios, ministros, comerciantes y representantes de la burguesía, aceptaron la moda de presentarse con las tarjetas de visita, algunas de las cuales eran diseñadas y grabadas por los mejores artistas del momento. En función del contenido de la tarjeta, así como de los detalles de ésta, se tomaba la decisión de recibir o no a quien la portaba. Las tarjetas de esta colección son de principios del siglo XX y muestran la variedad de usos que se les daban a estos objetos. Si bien perdieron un poco el sentido artístico que anteriormente poseían, presentan todavía los objetivos para las que fueron creadas: ser el primer paso para ser recibidos en la vida de otra persona.