Las detenciones arbitrarias violan los derechos humanos
El artículo 9 de la Declaración Universal de Derechos Humanos enfatiza que nadie podrá ser detenido de forma arbitraria, preso ni desterrado. Éste surge a raíz de las detenciones injustificadas que a lo largo de la historia se han registrado alrededor del mundo, por lo general es por expresar el desacuerdo con el gobierno en turno o por pertenecer a un grupo que es considerado como diferente.
A menudo este tipo de detenciones se encuentran ligadas a la tortura, cuya prohibición quedó estipulada en el artículo 5 que indica: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Las detenciones arbitrarias de los disidentes también se han maquillado con encarcelamientos en psiquiátricos, alegando una pretendida inestabilidad mental inexistente; los centros migratorios o los de tratamiento de adicciones son otro ejemplo de este tipo de privación temporal de la libertad que penaliza a quienes son diferentes.
Por desgracia en nuestro país la detención arbitraria ha sido una práctica recurrente, que aunque claramente viola los derechos humanos se practicó, en especial durante el periodo conocido como guerra sucia. Esta colección muestra algunos de los casos en los que el Estado mexicano ha violado este derecho.