El Museo Mexicano, ó Miscelánea Pintoresca de Amenidades Curiosas é Instructivas
En la cuarta década del siglo xix, las clases media y alta de la capital de México disfrutaron de la lectura instructiva y entretenida sobre la ciencia que se divulgaba en los diarios y revistas. Junto a los artículos de materias naturalistas, médicas, farmacéuticas, astronómicas y geográficas que salían en estas publicaciones, aparecieron otros textos sobre tópicos artísticos y humanísticos. Ejemplo de ello son los cinco volúmenes de El Museo Mexicano, ó Miscelánea Pintoresca de Amenidades Curiosas é Instructivas (1843-1846).
Hoy algunos de los cuadernos editados semanalmente y que se incluyeron dentro de su tomo IV ya pueden ser consultados dentro del repositorio de Memórica. Esta revista científica y literaria de carácter enciclopédico, que estuvo destinada a la instrucción popular, es continuación de El Mosaico Mexicano (1836-1837, 1840-1842). Su bella tipografía fue obra del impresor Ignacio Cumplido, y contó con hermosas litografías de artistas como Augustin Massé y Joseph Decaen, Severo Rocha y Jean Charles Adrien Fournier, Joaquín Heredia y Plácido Blanco, y con grabados en madera de Rafael de Rafael y Vilá. Sus fundadores y directores, Guillermo Prieto y Manuel Payno, abrieron este espacio para que los socios de la Academia de San Juan de Letrán pudieran dar a conocer sus trabajos. Sus dos principales secciones fueron la científica, que abarcó las ciencias naturales y morales, y la de historia y biografía, que trató sobre la época virreinal y los primeros años de la vida independiente.
Todas estas secciones recibieron las colaboraciones de importantes escritores mexicanos del siglo xix como Carlos M. Bustamante, José M. Tornel, Juan B. Morales, Mariano Otero, Luis de la Rosa, Joaquín Cardoso, Melchor Ocampo, Faustino Galicia Chimalpopoca, Manuel Orozco y Berra y el Conde de la Cortina. También se incluyeron cuadros costumbristas, cuentos, novelas, poesía y algunas traducciones de conocidos escritores ingleses y franceses. Los tomos del I al IV, que abarcan los años de 1843 y 1844, son los que corresponden a la primera época de la revista, mientras que el V, publicado en 1845, es de su segunda. Esta última comenzó después de la separación de Payno y Prieto por diferencias con el editor.