Felipe Ángeles en 1913
Con los acuerdos de Ciudad Juárez en 1911 se concertó la renuncia de Porfirio Díaz, el cese de las disputas entre los diferentes líderes, así como la organización de elecciones presidenciales en las que Francisco I. Madero y José María Pino Suárez resultaron ganadores; en noviembre iniciaron su gestión, la cual terminó en 1913 con un golpe de Estado conocido como la Decena Trágica. Poco antes de que los golpistas asesinaran a Madero y a Pino Suárez éstos fueron apresados junto con Felipe Ángeles, quien corrió con diferente suerte, como veremos a continuación.
Ángeles fue un destacado militar de la Revolución mexicana al que se le recuerda, entre otras cosas, por su interés y práctica docente, así como por abandonar el Ejército Federal cuando ya no estuvo de acuerdo con sus superiores. Al empezar las hostilidades en 1910, él se encontraba estudiando en Francia e intentó regresar, pero no se le permitió. A su llegada, en enero de 1912, Madero ya era presidente y Ángeles se sumó a su gobierno. A finales del año, el gobierno maderista tenía una fuerte oposición que organizó levantamientos como el de Félix Díaz, que sería uno de los golpistas que en febrero de 1913 atacó Palacio Nacional. Durante el cuartelazo, Ángeles, que ya era una de las personas de confianza de Madero, estaba en Morelos, por lo que tardaría en desplazarse para combatir a los insurrectos. Por órdenes de Victoriano Huerta, quien también formaba parte de los opositores, Ángeles fue arrestado junto con Madero y Pino Suárez en Palacio Nacional y días después estos dos últimos fueron asesinados. De acuerdo con las biografías del militar, su prestigio le valió el destierro y debido a que Huerta contaba con el Ejército para llegar a la presidencia optó por dejarlo fuera del país y de la vida política; la pasividad de Ángeles hacia el gobierno usurpador no duraría mucho. Al concluir ese año, escapó de su exilio y se sumó a diferentes grupos que por más de cinco años lucharon para establecer un nuevo gobierno. Esta colección muestra dos de los expedientes de Felipe Ángeles en los que nos podemos acercar a los meses antes y después de la Decena Trágica; por otra parte, las fotografías que se integran permiten conocer algunos retratos, así como aquella escena en la que aparece con Huerta durante el ataque de la Ciudadela.