Fue durante la última década del régimen porfirista cuando se fundó el Automóvil Club, que proporcionaba a sus miembros algunas ventajas sobre los demás conductores, como servicios mecánicos y de abastecimiento de gasolina, entre otros. El gobierno construyó nuevas vialidades y carreteras y se efectuaron las primeras carreras de autos. Así, una incipiente industria automotriz surgía en la capital de la república, con la ayuda de las autoridades y de la mano de empresarios estadunidenses que eran quienes traían los vehículos al país. La publicidad también hizo lo suyo y, de esta manera, la prensa publicó numerosos avisos de carros, llantas, ropa y carreras así como de artículos sobre viajes y paseos locales a sitios como Chapultepec, el centro o a poblaciones lejanas en aquel entonces como Coyoacán o el Desierto de los Leones. En esta colección mostramos algunos coches, camiones y autobuses que paulatinamente se apropiaron de las calles de la urbe, así como ciertos documentos que comenzaban a reglamentar su uso.