Los espacios naturales son fundamentales para la recreación humana. Realizar días de campo con amigos y familiares, excursiones por bosques y montañas, expediciones submarinas, etcétera, permiten que las personas entren en contacto con la naturaleza y restablezcan sus lazos con ésta. Permite también alejarse del ajetreo de la vida moderna. Las actividades recreativas al aire libre no significan un gasto fuerte para las familias: pueden visitar alguno de los parques naturales, terrestres o marinos cercanos a su lugar de residencia.

En los últimos años, México fue catalogado como un país megadiverso, lo que significa que cuenta con varias zonas naturales protegidas y una biodiversidad única en el mundo. Los extensos litorales y complejos sistemas montañosos alojan paisajes inigualables, e invitan a los visitantes a disfrutarlos. Los paisajes naturales de México siempre han cautivado a nacionales y extranjeros, ya sea por cuestiones recreativas o científicas. Por ejemplo, Hernán Cortés durante su guerra de conquista organizó una expedición que debía explorar los cráteres del volcán Popocatépetl para obtener azufre y fabricar pólvora para sus arcabuces y trabucos. Siglos más tarde, Alexander von Humboldt y el antropólogo Carl Lumholtz exploraron y describieron el país. Aunque aprovechar los espacios naturales no es exclusivo de la comunidad académica, gracias al interés y entusiasmo de las personas por realizar actividades en los parques nacionales del país México, se contribuye a su conservación, al mismo tiempo que aprovechan los momentos de esparcimiento.