El 7 de junio, al encontrarse en la embarcación que lo transportaría, fue esposado junto con Martínez, por lo que decidió tirarse al agua llevándose a ambos hombres consigo. Desde la orilla, varias personas que presenciaban la maniobra les dispararon, hiriéndolos. Blanco no pudo nadar arrastrando el cuerpo herido de Aureliano y, finalmente, todos murieron ahogados. Lucio fue uno de los generales coahuilenses más destacados entre los años 1913 y 1915. Según el investigador Iván Méndez Lara, durante la fase constitucionalista y la llamada lucha de facciones, fue determinante primero como líder principal del Ejército del Noreste y después, como uno de los firmantes de los acuerdos de Teoloyucan, mediante los cuales el ejército porfirista desapareció. 

Después de llevar a cabo la repartición de tierras en la hacienda de Los Borregos, Blanco ganó mayor popularidad. El mismo especialista indica que su carrera militar dio un giro radical cuando dejó su alianza con los carrancistas y se convirtió en secretario de Gobernación de la facción convencionista. A pesar de todo, fue perdonado por don Venustiano y rescatado de la cárcel de Lecumberri para luego instalarse en los Estados Unidos. Cuando estuvo de regreso en el país, acompañó a Carranza en su salida de la Ciudad de México tras su ruptura con el grupo de los sonorenses, y, meses más tarde, se convirtió en un exiliado que organizó un movimiento para arrebatar el poder a Obregón. En esta colección reunimos varios documentos sobre la actuación de este personaje durante la Revolución y algunos textos actuales que reflexionan en torno a su participación en ella.