Puros y tabaco
El uso de la planta del tabaco se reconoce en México desde la época prehispánica. Practicado desde tiempos inmemoriales por los indígenas de América y de las islas del Caribe, el hábito de fumar fue introducido en Europa a finales del siglo XV, y esencialmente durante el siglo XVI, por viajeros que regresaban a su patria. En el viejo continente se difundió rápidamente pero, en algunos países, la propagación de esta costumbre se enfrentó a serias dificultades, pues los fumadores eran perseguidos o ridiculizados.Sin embargo, pese a todas las medidas restrictivas, su uso se incrementó progresivamente hasta que constituyó una gran fuente de riqueza para los gobiernos de las metrópolis europeas.
Para el caso particular de España, fue a partir de la creación del estanco novohispano del tabaco en 1765 cuando el negocio de cigarros y puros se convertiría en uno de los más importantes, primero del virreinato y después del nuevo México independiente. Como la industria tabacalera estaba en auge, muchos tenían sus propios talleres para la elaboración e impresión de sus envolturas, como las que mostramos en esta colección, formada por algunas de las marcas más reconocidas del periodo entre los siglos XIX y XX. La mayoría de las etiquetas que se pueden apreciar aquí fueron realizadas por José Guadalupe Posada, quien de esta manera nos muestra otra faceta de su interesante trabajo gráfico.