El rebozo
Es muy probable que la mayoría de los mexicanos tengamos alguna historia, un recuerdo o una anécdota con la prenda que presentamos en esta colección. Para las nuevas generaciones tal vez parezca lejana, pero ha formado parte de nuestra historia desde hace muchísimo tiempo porque los testimonios indican que surgió, al igual que nosotros, de la fusión de las culturas española y prehispánica. Nos referimos al rebozo, prenda que ha sido parte de las familias por generaciones, el que ha arrullado a millones de bebés mexicanos proporcionándoles un espacio cálido y seguro al lado de sus madres.
Fue hasta mediados del siglo xix cuando creció la producción rebocera y con ello se originó una nueva industria. Esto mismo ocasionó que el rebozo expandiera su uso y fuera empleado para complementar la vestimenta de mujeres de diversas clases sociales y no sólo de un grupo determinado. Sin embargo, esta práctica de utilización duró relativamente poco, y los distintos cambios y fenómenos sociales, así como la imposición de modas extranjeras, lo relegaron a un segundo plano hasta que en un momento dado se consideró un accesorio sólo para las clases humildes y campesinas. Por fortuna, hoy día se ha vuelto a recuperar la valía, producción, comercialización y uso de esta prenda, aunque no se ha eliminado por completo el riesgo latente de que se extinga ante el vertiginoso ritmo de vida actual. Esta colección muestra tanto los rebozos mismos así como representaciones gráficas, fotografías y artesanías en las cuales se aprecia el uso de este accesorio en distintas épocas y la manera en que ha sido una constante en la cultura mexicana que vale la pena proteger y difundir.
