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Expresiones artísticas
Portadilla de <p>Semblanza de Ignacio Fernández Esperón</p>

Semblanza de Ignacio Fernández Esperón

Ignacio Fernández Esperón es probablemente el músico más recordado por las generaciones del siglo xx donde sus composiciones parecían omnipresentes en el radio, el cine y la televisión. Nació el 14 de febrero de 1894 en la ciudad de Oaxaca, el muy querido "Tata Nacho" del gusto nacional que fabricaron los medios de comunicación masiva, falleció en la capital del país el 5 de junio de 1968. Es pionero al promover los derechos de autor en México; su música es fundamental en el paisaje costumbrista de lo mexicano a mediados del siglo xx.

Fernández Esperón con la educación tradicionalista de su madre tuvo el gusto por el piano; a la música lo acercó la familia de Macedonio Alcalá, paisanos suyos. Su casa siempre fue centro de reunión para personajes de la cultura como: Amado Nervo, Luis G. Urbina, Ángel del Campo "Micrós" y Rubén M. Campos, entre otros. Asiduo del estudio del pintor Ignacio Rosas ahí conoció a Miguel Lerdo de Tejada y José Juan Tablada con quienes tiene una relación de altibajos, a Miguel "Chamaco" Covarrubias y Adolfo Best Maugard los encuentra en Nueva York, donde reside entre 1919 y 1927. También se relacionó con George Gershwin y perfecciona sus conocimientos musicales (armonía, instrumentación y orquestación) con el compositor francés Edgar Varèse.

Tablada se ocupa de hacer crónica sobre Fernández Esperón en: "Las catedrales del júbilo" (Excélsior, 22 de agosto de 1920), "Arte y energía" (Excélsior, 5 de septiembre de 1920) y "Mexicanos en Nueva York..." (El Universal, 31 de mayo de 1925); lo acusa de bohemio y ridículo, ensalza el acabado regusto tradicional y provinciano de sus composiciones.

El 22 de febrero de 1945, Alfonso Esparza Oteo e Ignacio Fernández Esperón persuaden a otros compositores de sumarse a la maquinaria gremial promovida por el Estado, al tiempo que impulsan su agenda personal y protegen sus derechos de autor. Fundan el Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (smacem), que pocos meses después se convirtió en la Sociedad de Autores y Compositores de México, y después en la Sociedad de Autores y Compositores de Música (sacm). Al terminar el sexenio de Miguel Alemán Valdés, el regente del Departamento del Distrito Federal, Fernando Casas Alemán, lo nombra director de la Orquesta Típica de la Ciudad de México.