La Muerte vestida de gala. Fiesta de los Fieles Difuntos
En el imaginario mexicano a la muerte la representan esqueletos muy vivos. Los podemos encontrar realizando oficios, personificando escenas de tipo costumbrista o posando para la fotografía, la pintura o el grabado. Manuel Manilla, grabador nacido en la Ciudad de México, fue el primero en utilizar este recurso en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, que fue retomado por José Guadalupe Posada y ha sido un tema recurrente en el quehacer de diversos artistas nacionales.
En el presente espacio se reúnen diversas fotografías de esculturas realizadas en papel maché que formaron parte de una celebración de Día de Muertos en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México. Estas piezas son representaciones femeninas de la muerte, y todas ellas nos remiten a la Catrina de Posada, llamada originalmente “La calavera garbancera” y cuya primera aparición no estaba ligada a esta festividad, sino a una sátira social. Fue Diego Rivera quien en su famoso mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central otorgó un estatus social distinto a este emblemático personaje.