El pulque: más que una bebida
El pulque, producto de la fermentación del aguamiel que se obtiene de la raspa del corazón del maguey pulquero, ha tenido un papel económico, cultural e histórico destacado en la vida de los mexicanos. Su comercialización se ha realizado de diversas maneras, la más común en las pulquerías, establecimientos dedicados exclusivamente a la venta y consumo de esta bebida.
Desde la segunda mitad del siglo xix y principios del siglo xx, los médicos, vistos como las autoridades científicas encargadas de regular las prácticas de higiene de la población, comenzaron a considerar el alcoholismo como un grave problema social y de salud. Por ello se comenzó a atacar tanto a la bebida como a sus expendios, acusándolos de ser los causantes de los males que afligían a las clases bajas. En la colección que presentamos a continuación, el pulque aparece en documentos coloniales que nos hablan de la importancia de su producción para la economía de la época; también en escritos del siglo xix que cuentan la relevancia de las haciendas pulqueras en ese siglo; en múltiples representaciones visuales que nos acercan a la cotidianidad de la bebida y a su lugar en la vida mexicana, e incluso vemos cómo una revista médica de finales del siglo xviii busca analizar sus propiedades desde una perspectiva científica.
A pesar de su larga tradición y su importancia para la cultura mexicana, el pulque está a punto de desaparecer. Desde hace varias décadas comenzó a ser desplazado por la cerveza. A través de esta colección, se advierte que hasta hace relativamente poco, el pulque era un elemento común en la sociedad y forma de vida de un importante sector de la población, además de un producto básico para la economía de regiones como Hidalgo, el Estado de México y Jalisco.