La Organización Mundial de la Salud (oms) declaró el 1° de diciembre de 1988 como el Día Mundial de la Lucha contra el sida, el cual se ha convertido en uno de los días internacionales de la salud más importantes y reconocidos; ya que es una oportunidad esencial para crear conciencia sobre esta enfermedad, para recordar a los fallecidos y reconocer las victorias que se han obtenido en servicios de prevención y tratamiento. Estadísticas proporcionadas por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre vih/sida (onusida) indican que, al cierre de 2022, 1.3 millones de personas la contrajeron; 39 millones vivían con vih, y 630 mil murieron por afecciones relacionadas con ella. De esta manera, las organizaciones como el onusida, tienen como meta fundamental garantizar que todos aquellos que viven con vih tengan acceso a los medicamentos, así como proteger y fomentar los derechos humanos. Con todas estas acciones se considera que es posible que para el 2030 pueda acabarse con este mal si se continúa con el financiamiento de lo que se considera más importa: “[…] la integración de los sistemas sanitarios, las leyes no discriminatorias, la igualdad de género y las redes comunitarias capacitadas”, por lo que la voluntad política es fundamental para lograrlo.