Cuando la Revolución mexicana estalló en noviembre de 1910, distintos autores publicaron sus impresiones sobre el movimiento. En realidad, años antes, el magonismo había activado los círculos intelectuales contrarios a la dictadura de Porfirio Díaz, que fueron publicados a través de las páginas de Regeneración, periódico que se imprimía y publicaba en la clandestinidad. Sin embargo, este momento que ha sido definido como “precursor de la revolución”, hizo posible que muchos escritores de distinta corriente ideológica describieran los acontecimientos que México experimentó a principios del siglo xx.

Cuando Francisco I Madero llegó al poder en 1911, instauró una libertad de prensa que el país no conocía. De inmediato, los intelectuales contrarios al nuevo régimen iniciaron una campaña de desprestigio del apóstol de la democracia. Así, autores como Jorge Vera Estañol plasmaron sus críticas al gobierno de Madero, mismas que publicarían con títulos como Historia de la Revolución Mexicana. Orígenes y resultados (1957). O bien, vinculados al constitucionalismo como Jesús Silva Herzog quien publicó Breve Historia de la Revolución Mexicana (1960). No obstante, estas obras fueron escritas por testigos de los sucesos. Precisamente, con el propósito de dar cabida a los que estuvieron presentes en la revuelta surgió el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (inehrm) en 1953. En los años sesenta y setenta, historiadores profesionales comenzaron a cuestionar las causas que propiciaron el estallido de la Revolución mexicana, reactivando el debate sobre la misma. En esta colección presentamos algunos libros publicados por el Instituto.