Archivo Histórico de Baja California Sur: memoria de la península
El Archivo Histórico de Baja California Sur Pablo L. Martínez es un archivo relativamente joven. Su organización y establecimiento en el centro de La Paz data del 9 de mayo de 1969, cuando Miguel León-Portilla y Pablo L. Martínez, con apoyo de numerosos ciudadanos, lograron rescatar el acervo histórico del lugar que se encontraba en peligro de desaparecer. Éste se hallaba en un almacén en la azotea de un viejo edificio, donde estaba expuesto a humedad, hongos y fauna; pero antes de esto, en el siglo xix, ya había sufrido pérdidas.
Durante las invasiones extranjeras y los conflictos políticos de México, las autoridades ordenaron el traslado del archivo de un lugar a otro, lo cual ocasionó que los documentos se deterioraran por el poco cuidado que se tenía en su conservación. Asimismo, fueron saqueados o destruidos, como en 1847, cuando los más antiguos se perdieron en incendios provocados durante los enfrentamientos con los estadunidenses.
En la actualidad este archivo público cuenta con siete fondos documentales (que se enriquecen con transferencias del Archivo General del Estado y del antiguo Juzgado de Distrito) que abarcan desde la época colonial hasta el siglo xx. Además, resguarda fotografías, hemerografía, libros y mapas. Tiene una sala de exposiciones, áreas de restauración y catalogación y un fondo editorial propio para el apoyo a la publicación de obras que den cuenta de la riqueza documental que alberga.
Lo que mostramos aquí forma parte del Fondo Revolución, que comprende de 1911 a 1917 y que contiene expedientes con temáticas diversas que permiten reconstruir la historia del estado en aquella época: manifiestos y decretos estatales y federales, situaciones sociales como la construcción de escuelas o el manejo de enfermedades, procesos civiles y criminales, asignación de presupuestos y documentos de personalidades de la época, como el coronel Agustín Sanginés o Bernardo Reyes.
Estos expedientes son una muestra del trabajo de catalogación y digitalización realizado por el archivo, cuya mayor motivación es conservar, ordenar y difundir el patrimonio histórico-documental de Baja California Sur, garantizando el acceso a la información y a la memoria de la sociedad sudcaliforniana.