Este recorrido lo iniciamos con las piezas más antiguas. Entretenimiento de los niños tiene la intención de amenizar con las “niñerías” y también la de que se aprovechen las reflexiones e instrucciones del libro. Es importante resaltar la didáctica con que se hizo, ya que contiene el texto en castellano y en francés, ofreciendo una lectura paralela para estimular el acercamiento a otras lenguas. El público infantil adquirió mayor importancia durante el siglo xix, ya que fue en aquellos años cuando comenzaba a definirse la idea de la infancia como una etapa de la vida muy diferente a la edad adulta, como bien señala Claudia Agostoni en “Divertir e instruir. Revistas infantiles del siglo xix mexicano”. Y para los niños de entonces, la literatura no solamente buscaba el esparcimiento; algunas obras tenían la finalidad de instruir religiosamente, otras resaltaban el aprendizaje de las primeras letras, mientras que con los silabarios, niñas y niños desarrollaron sus habilidades de lectoescritura, y no sólo se crearon para el castellano, también los hubo para el náhuatl, tal es el caso del Silabario de idioma mexicano. Cerramos esta muestra con dos números de La Enseñanza. Cabe destacar que se tiene registro de por lo menos 21 revistas infantiles decimonónicas, las cuales compartían una importante convicción: la necesidad de educar a la niñez y fomentar el hábito de la lectura.