Creación del estado de Chihuahua
6 de julio de 1824
Organizar a México tras la obtención de su independencia fue algo muy complicado. Casi desde el primer momento se creó una honda división entre quienes sostenían la necesidad de mantener un poder central fuerte, a la usanza del sistema colonial, y aquellos que influidos por la experiencia del federalismo estadunidense y por el constituyente de Cádiz pugnaban por una fórmula republicana consistente en la unión de estados libres y soberanos, con un poder local claramente definido.
La caída del imperio de Iturbide en mayo de 1823 abrió el camino para la organización del país como república federal. El 31 de enero de 1824, el Congreso Nacional expidió el acta constitutiva de la Federación, la cual organizó a la nación bajo el sistema republicano, representativo y federal. Entre los estados creados se contó el Estado Interno del Norte, constituido por las Provincias de Durango, Chihuahua y Nuevo México. Pero los habitantes de estos lugares no estuvieron de acuerdo con la nueva organización y se generó una discusión que terminó en el verano de ese año, cuando el Congreso resolvió formar dos estados separados (Chihuahua y Durango) y un territorio federal (Nuevo México).
Fue hasta el 6 de julio del mismo año cuando el Soberano Congreso Constituyente decretó a Chihuahua como estado de la Federación y su primer Congreso Constituyente se instaló el 8 de septiembre de 1824, designando un gobernador y la forma de gobierno republicana y federal con división de los poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. En la colección que presentamos con motivo de esta importante fecha para el estado de Chihuahua, damos un recorrido por documentos generados a lo largo del siglo xix que nos acercan a su historia y a su vida como un recién creado estado de la república mexicana.