El mariachi y su historia, otro mestizaje del pueblo que somos
Con frecuencia, la identidad del mexicano común se define primero con el uso de la palabra y una musicalidad asociada, que desde el acento y la idiosincrasia reflejada en canciones precisa el ser de esos connacionales. El pregón de los vendedores callejeros, la cacofonía de la cotidianeidad, la codificación del griterío y el chiflido, unidos a melodías que se tararean, son sin duda una de las hebras más diáfanas de la mexicanidad. Es en presencia de un mariachi donde el concierto de los sonidos que somos se afina primero.
El origen del mariachi está en uno más de los mestizajes que caracterizan a la nación mexicana. La suya es una tradición inventada que, asumida y reiterada, se cimenta como verdadera. La llamada Época de Oro del cine mexicano y la ficción ranchera posrevolucionaria catalizaron al mariachi como armonía nacional definitiva. En cuanto a su origen como expresión cultural híbrida, es probable que en Jalisco, a mediados del siglo xix, se popularizara cierta música favorita de las bodas en ese momento. Afrancesada la sociedad, “mariachi” parece ser una mexicanización de mariage y el modo en que los mexicanos de entonces explicaban qué música era la que más les gustaba, a los invasores y a sí mismos.
A finales del siglo xix, Cocula se vuelve eje en el desarrollo de dichas agrupaciones musicales al ser invitados los “Violines del Cerro” a una celebración para Porfirio Díaz en la Ciudad de México. En 1898, Gaspar Vargas fundó en Tecalitlán, también al sur de Jalisco, el grupo de mariachi mediáticamente más reconocido.
Rítmicamente esa música proviene de la sesquiáltera que llega con los españoles en la Colonia. Reunida con la narrativa del México campirano y las sonoridades de guitarrones y vihuelas, esta música se homologa con el gusto mexicano en la reelaboración de lo nacional que ocurre al término de la Revolución y su glosa en la radio, el cine y la arcadia bucólica desde la que el México urbano canta su más reciente pasado.
El 21 de enero de 2020 el mariachi fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la unesco.