Desde entonces, la nación era propietaria de 51 por ciento de las acciones ferroviarias y las autoridades administraban la red de trenes. Poco antes de la expropiación, la empresa atravesaba por momentos difíciles y además comenzaba a resentir la competencia de otros medios de transporte como automóviles y autobuses. De esta manera, el presidente Lázaro Cárdenas decidió nacionalizarla para convertirla en una herramienta más para la industrialización del país. De paso, ayudó a los inversionistas, a los obreros de la compañía —a quienes entregó la administración de la empresa— y a todos los involucrados en ella, por lo que, a diferencia de lo que sucedería con la expropiación petrolera un año después, la de los ferrocarriles fue un proceso mucho más tranquilo. 

Para conmemorar esta fecha, decidimos ofrecer en la presente colección una serie de imágenes que nos acercan al mundo de los ferrocarriles. Hoy en día, para la mayoría de los mexicanos este sistema de transporte es sólo un recuerdo. Estas fotografías nos llevan de la mano a través de sus vagones, de los distintos espacios con que contaban, nos muestran las diferentes locomotoras para transporte de carga y de pasajeros, así como algunos utensilios empleados por el personal para realizar sus labores cotidianas. El ferrocarril fue por muchos años el principal medio de desarrollo nacional; hacer memoria sobre su utilidad en el pasado y cómo nos puede servir en el presente, es parte de nuestra tarea.