El impacto de la expropiación petrolera mexicana en la opinión mundial
El 18 de marzo conmemoramos la expropiación petrolera, un proceso que implicó conflictos bilaterales entre México y Gran Bretaña, que explotaba el petróleo mediante la compañía El Águila, y los Estados Unidos, que controlaban la empresa Standard Oil. Aunque desde inicios del siglo xx el gobierno mexicano había subido los impuestos que pagaban estas petroleras y en la Constitución de 1917 se estipuló que los recursos del subsuelo les pertenecían a los mexicanos, no fue sino hasta 1938 que el presidente Lázaro Cárdenas logró nacionalizar el petróleo, ante el descontento de los dos países.
La expropiación petrolera no incluía sólo la nacionalización del crudo sino su industrialización, comercialización y exportación, por ello la medida desató las opiniones internacionales, que se dividieron entre quienes pensaban que México había sido influido por la Unión Soviética o por los comunistas para realizar esa medida anticapitalista y atea, y los que apoyaron la decisión, conscientes de que ésta favorecía a la sociedad mexicana, destacaba el fervor nacional y consolidaba a México como un país libre. La izquierda de países como Francia y de toda América Latina aprovecharon esta acción para exigir la nacionalización de sus propios sectores energéticos.
Memórica. México, haz memoria reúne una serie de documentos que dan cuenta de estas reacciones mundiales, desde la protesta del gobierno británico, las felicitaciones de los intelectuales antifascistas franceses (quienes aseguraron encontrar en México una fuente de inspiración) hasta las diversas opiniones publicadas en la prensa latinoamericana, de Guatemala a Chile, desde el 19 de marzo y hasta finales de agosto de 1938.
