El trabajo del hogar, también conocido como doméstico, es una de las ocupaciones más antiguas. Algunas de estas labores que iniciaron dentro de las propias familias o clanes derivaron en varios tipos de servidumbre e incluso en el esclavismo. En la actualidad se considera que esta actividad, remunerada o no, es indispensable para el funcionamiento de los hogares, la economía y de la sociedad en su conjunto. Tradicionalmente estas prácticas son llevadas a cabo por mujeres, lo cual ha ocasionado que en muchos casos éstas hayan tenido que relegar sus proyectos personales, como la posibilidad de acceder al mercado laboral. En América Latina y el Caribe, considerada una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo, es común que las personas dedicadas al cuidado de sus familias tengan pocas opciones de empleo, por lo que buscan alternativas que les permita gozar de un ingreso aunque sea precario. 

Por otro lado, también se presenta como esa opción a la que pueden optar aquellas que por diversas razones no han podido avanzar en la educación o no han tenido acceso a formación profesional. Se considera que en México existen entre 11 y 18 millones de personas dedicadas a este tipo de empleo que reciben una remuneración por él y de éstas, 93% son mujeres. Es indispensable continuar con los esfuerzos por visibilizar a todas ellas y generar conciencia entre la ciudadanía sobre la importancia de su labor y del respeto a sus derechos fundamentales. Para recordar esta fecha recopilamos una serie de imágenes de la cotidianidad hogareña femenina a lo largo de la historia.