Paisajes sonoros de México: sonidos que permanecen
Todos los días escuchamos multitud de sonidos a los cuales no les prestamos atención, sin embargo, cada lugar posee una sonoridad propia. Si nos detenemos un poco nos daremos cuenta de las diversas manifestaciones naturales, humanas, industriales y tecnológicas que podemos oír, y que cambian según el espacio geográfico, la sociedad y la época. Este conjunto de “ruidos” conforman el paisaje sonoro de un tiempo-espacio determinado. Por un momento haz un silencio y escucha a tu alrededor. ¿Qué sonidos reconoces? ¿Cuáles son característicos de tu comunidad? ¿Cuáles han desaparecido?
El paisaje sonoro refleja a la sociedad y muestra el impacto que los seres humanos hemos tenido a través del tiempo. Si el entorno cambia algunos sonidos se van perdiendo: los de la naturaleza por la urbanización, y los de las personas debido a los cambios en los usos y costumbres. Hoy en día es importante mantener la sonoridad de siglos anteriores o de civilizaciones desaparecidas que se perdieron para siempre. La Fonoteca Nacional, afortunadamente, cuenta con una serie de archivos que reúne grabaciones de diferentes lugares del país, que garantizan la conservación de nuestra historia sonora, y la oportunidad de escuchar aquello que ya no existe.
Murray Schafer, pedagogo musical y ambientalista canadiense, aseguraba que: “incluso los sonidos más comunes serán cariñosamente recordados después de que desaparezcan”, y en ese sentido, esta selección propuesta por Memórica. México, haz memoria recupera los murmullos del amanecer y del anochecer en el norte y sur del país, al igual que el bullicio que hay en los mercados y las maquilas, como una muestra de aquellas resonancias de México que son a la vez recuerdo y memoria, y que nos invitan a tomar conciencia de nuestra percepción en el presente.