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Jaime Valverde Arciniega
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Jaime Valverde Arciniega: Testimonio del 68

En el origen de la rebeldía estudiantil hay, por una parte, una gran inconformidad que se da en todo el mundo, una gran explosión musical —los Beatles, los Rolling Stones, en fin, toda esta efervescencia musical—, el auge de la minifalda, aparece la píldora anticonceptiva y están, desde luego, todas las protestas de la juventud a lo largo de casi todo el mundo en contra de la guerra de Vietnam.

Si esto que está sucediendo en la escena internacional —los movimientos en contra de la guerra en Vietnam, el 68 francés con una huelga de diez millones de obreros con ocupación de fábricas— lo vinculamos a que en México el gobierno ya había golpeado al movimiento de médicos, al movimiento campesino, a los ferrocarrileros, a los mineros, a los maestros, el único sector que quedaba en nuestro país eran los estudiantes. Entonces vamos a tener mucho esta circunstancia, estos orígenes de clase, este no estar de acuerdo en vivir como estábamos viviendo. La misión en la vida de muchos de estos politécnicos —primera generación sin huaraches— era sobrevivir porque estábamos destinados a no tener futuro. Nuestro linaje era de niños pobres a jóvenes sin futuro, así que aquí podemos encontrar un rasgo sociológico muy interesante que puede tener mucho que ver con la defensa a muerte que hicimos los politécnicos de nuestras escuelas. Cuando se amenazaba con que el Ejército y los granaderos iban a llegar a nuestras escuelas, por acuerdos de las asambleas generales en el ipn se había acordado defender nuestras escuelas y teníamos que defender nuestras escuelas a costa de nuestras propias vidas porque era lo único que teníamos; de esa manera van a surgir consignas como “Libros sí, bayonetas no” y por eso fueron tan fuertes los enfrentamientos contra los granaderos y el ejército.