Sitios de Memoria
La denominación de un espacio como Sitio de Memoria nos permite conocer las diversas violaciones graves a los derechos humanos; su recuperación y transformación también van de la mano con el rescate de archivos y testimonios que nos permiten analizar y esclarecer esos acontecimientos, representando un ejercicio importante en la lucha por la no impunidad y la no repetición.
El reconocimiento de los Sitios de Memoria pone en cumplimiento la Resolución 3/2019 de la Organización de los Estados Americanos, así como del Capítulo V de la Ley General de Víctimas en sus artículos 18, 19 y 20, que establecen el derecho de las víctimas y de la sociedad a conocer la verdad histórica de los hechos que constituyen las violaciones a derechos humanos, así como el acceso a la justicia. Pero también representan procesos de rescate de la memoria y reapropiación por parte de los colectivos y de la sociedad de aquellos espacios: plazas o inmuebles, así como imaginarios, rutas o circuitos, que fueron utilizados como lugares de represión.
Entre los espacios reconocidos como Sitios de Memoria en la Ciudad de México se encuentran: la Antigua Cárcel de Mujeres de Santa Martha Acatitla, la ex Cárcel de Lecumberri, la Plaza de las Tres Culturas, los sótanos de la Plaza Tlaxcoaque, Circular de Morelia número 8 y las inmediaciones del Metro Normal. Lugares usados para la represión como centros clandestinos de detención, tortura, desaparición forzada o exterminio, principalmente en la etapa conocida como Guerra Sucia, entre los años sesenta y ochenta, periodo en el que se ejerció un control social con objeto de disolver los movimientos de oposición, a través de aparatos de seguridad del Estado mexicano contra activistas sociales, organizaciones guerrilleras y disidencias sexuales, entre otros.