Se inaugura la primera línea telegráfica en México
5 de noviembre de 1851
Aunque el siglo xix fue una época turbulenta en muchos aspectos para el país, también se llevaron a cabo cambios positivos en cuestiones científicas y tecnológicas. Una de las novedades que comenzó a difundirse a mediados de esa centuria y que trajo una transformación significativa no sólo en las comunicaciones sino en la integración regional de México, fue el caso del telégrafo.
Éste permitió acelerar el contacto entre las distintas zonas del territorio, ayudó a incrementar la vida social en general, permitió la modernización del incipiente Estado mexicano y aumentó la actividad económica. Fue en 1850 cuando Juan de la Granja estableció el servicio telegráfico. Este episodio es muy conocido pues De la Granja hizo una demostración pública enviando un mensaje entre Palacio Nacional y el Colegio de Minería. Pero fue hasta un año después, el 5 de noviembre de 1851, cuando el presidente Mariano Arista inauguró la primera línea telegráfica que iba de la Ciudad de México al poblado de Nopalucan, en el ahora estado de Puebla. En 1852 la línea se extendió hasta Veracruz y un año después se terminó una más que comunicaba la capital del país con Guadalajara y León. El establecimiento de este tipo de medio redundó en la creación de empresas privadas, pues la situación del erario en aquel momento no permitía que el gobierno sostuviera la red telegráfica, por lo que la repartición de concesiones a particulares fue su forma de funcionamiento en aquellos primeros años de uso. Poco a poco comenzaron a cubrirse los puntos más importantes del territorio nacional y el primer contacto con la frontera de los Estados Unidos se dio en 1873. Para recordar esta fecha seleccionamos algunos telegramas con los que hacemos memoria sobre este tipo de medio que en la actualidad está prácticamente en desuso.