lupa
Expresiones artísticas
Portadilla de <p>Miguel Lerdo de Tejada, un inventor de la canción romántica mexicana</p>

Miguel Lerdo de Tejada, un inventor de la canción romántica mexicana

Miguel Lerdo de Tejada nació en Morelia el 29 de septiembre de 1869. Murió en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1941. Sobrino de Sebastián y Miguel Lerdo, destacados políticos del siglo xix, este  michoacano inaugura el género de la canción romántica mexicana. Emigró pronto a la capital del país, donde decidió no seguir la carrera eclesiástica y servir en el Octavo Regimiento de Caballería. El siglo xx lo alcanzó en la ruina, sin embargo, la música no lo dejó; se mantuvo creando innumerables canciones, valses, polkas, mazurcas y lo que la moda y la vida nocturna demandaran.

Miguel Lerdo de Tejada le puso música a Perjura, un poema de Fernando Luna y Drusina. La melodía se vuelve tan popular que la lleva en 1902 a la Exposición Internacional de Buffalo, donde muy pronto es emulada y transformada su letra en una versión al inglés. Amigo personal de los integrantes de la Revista Moderna, entre ellos, Amado Nervo, Luis G. Urbina, Jesús E. Valenzuela, Julio Ruelas y José Juan Tablada, su presencia no es menor en el ámbito cultural posrevolucionario. Músicos y muralistas, poetas y burócratas, todos están dedicados a la minuciosa factura del ser de los mexicanos y a la docencia de tal proyección como historia. La identidad del mexicano, cantada, es más bien cursi y se atreve solamente a sugerir ominosa caída moral de la que el macho podría redimir al sublime objeto de su deseo. Muchas de esas canciones son explícitamente salvíficas.

En 1924, Emilio Pacheco había publicado Presentimiento y Guty Cárdenas cosechó popularidad para su Nunca. La canción yucateca y el bolero venían con todo. Perjura añade sus posibles significados a una atmósfera que rinde culto al decoro y al recato, pese a que no se resiste al escándalo donde lo haya, junto a canciones como Sólo tú, Pervertida, Páginas rotas y Despierta. Precisamente cuando Agustín Lara cosechaba los primeros de sus innumerables éxitos, lacrimosos y taquilleros, Alfonso Esparza Oteo publicaba Pecadora y María Grever componía Devuélveme mis besos y Todo por ti. Lerdo de Tejada fue uno de esos mexicanos que llevaron la mexicanidad como consigna y vestuario a todas partes donde el comercio y la diplomacia la requerían.