En la reforma al artículo 34 de la Constitución se indicaba: “Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: Haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21, si no lo son, y tener un modo honesto de vivir.” Este reconocimiento fue producto de años de lucha encabezada por mujeres que, desde prácticamente principios de siglo, comenzaron el arduo camino de visibilizar la necesidad de considerarlas en igualdad de derechos en la Carta Magna. Se considera que los primeros esfuerzos datan de 1916 con el Primer Congreso Feminista llevado a cabo en Yucatán, gracias a la iniciativa de un grupo importante de mujeres que encontraron apoyo en el gobierno del general Salvador Alvarado. En abril del año 1952, se llevó a cabo una concentración masiva de 20 mil mujeres en el parque deportivo 18 de marzo, del entonces Distrito Federal. En ese evento, Adolfo Ruiz Cortines, candidato a la presidencia, se comprometió a reconocer el voto de las mujeres cuando fuera el máximo gobernante del país, el cual cumplió alrededor de un año después, con la modificación de los artículos constitucionales, lo que permitió que desde entonces se avanzara hacia una mayor participación política de las mexicanas.