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Patricio Palomo Fuentes [Fragmento]
Portadilla de Patricio Palomo Fuentes [Fragmento]

Patricio Palomo Fuentes [Fragmento]

En la época del Golpe yo trabajaba como diagramador en El Siglo, que era el periódico del Partido Comunista (pc). Recuerdo que en esos días estaba todo paralizado en el país y no había cómo movilizarse. Entonces en el diario, cuando terminábamos tarde, nos llevaban en auto a la casa. El lunes 10 terminé después de medianoche, y antes de salir del diario, en una especie de clóset donde guardaba mis cosas, vi que estaba mi carnet de militante del pc y pensé “lo dejo acá”. Lo dejé. Me llevaron a casa.

El 11 por la mañana, mi padre entró a la pieza y me dijo: “parece que están bombardeando el centro de Santiago”. Como había llegado tarde, no me desperté temprano. Me levanté, no sabía lo que pasaba. No teníamos teléfono en la casa. Había que ir a un negocio a llamar, y tampoco se podía porque estaba todo cortado. La radio emitía bandos militares. Entonces decidí ir a buscar a Nelson, mi hermano menor, que estaba en la escuela primaria que quedaba a unos 10 kilómetros de la casa. Me fui a pie, no había locomoción. Atravesé la Quinta Normal, donde estaba la Universidad Técnica, que estaba tomada por los estudiantes. Llegué a la escuela Salvador Sanfuentes y el director, que estaba esperando el allanamiento, me dijo que los alumnos se habían ido a las casas de los profesores y me dio la dirección de la maestra de mi hermano. Fui a buscar a Nelson, que tenía 12 años. Me sentía desorientado. Pasamos por el antiguo taller de mi padre donde en ese momento trabajaba un zapatero comunista, amigo de la familia. Nadie entendía realmente lo que estaba pasando. Con Nelson nos fuimos de vuelta a casa. Supimos al llegar que había estado de sitio. Estuvimos como tres días encerrados, no se podía salir, y lo único que podíamos hacer era quemar libros y revistas.

Me acuerdo que mi padre en las noches quemaba revistas de a poco, y las tiraba en el baño, pero había tal cantidad que era difícil. La posibilidad de que te encontraran con esas revistas podía terminar en fusilamiento. Bueno, así estaba la cosa. Estuvimos encerrados, no recuerdo bien, pero parece que fueron tres días. Me acuerdo que mi madre encontró una caja de balas que a mi padre le habían dado como regalo. Mi hermano Manuel, militante de las Juventudes Comunistas, quería llevársela, y yo le dije que no, que si nos agarraban con esa caja era fusilamiento directo. Entonces mi padre se metió las balas en el bolsillo y fue a las vías de tren, que iba hacia el sur