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Rodrigo Raúl Navarro Vuskovic
Portadilla de Rodrigo Raúl Navarro Vuskovic

Rodrigo Raúl Navarro Vuskovic

Sobre todo, mi padre tuvo una inclinación más abierta a hablar desde muy niño de todas estas cuestiones. De por qué no teníamos abuelos, de por qué mi hermana estaba en Chile, de por qué la familia estaba acomodada en el mundo como estaba. La verdad es que yo recuerdo que desde muy chico tengo muy claro el origen. Quizá no como ahora, digamos, con todas las cuestiones más de conocimiento histórico y político, pero sí desde muy niño tengo claro que había algo distinto en la casa […] creo, cuando se cumplieron los cien años de Allende, el del natalicio de Salvador Allende.

La práctica musical era algo cotidiano, no era nada más la música como espectacular, es decir, la música cuando va a haber algún mitin o algún evento y hay un escenario y están los músicos. O sea, había ese tipo de manifestaciones. Pero con el estudio que yo fui haciendo y basado también en una autobiografía, pues me di cuenta que la práctica musical estaba en otros ámbitos de la vida. En la vida cotidiana, o sea, como que yo recuerdo mucho de niño ir a fiestas de amigos de mi papá, de mi mamá. Recuerdo, digo, quizás estoy exagerando con el ímpetu de la memoria, pero casi diría que en todas las fiestas sacaban la guitarra. No sé si en todas las fiestas sacaban la guitarra, pero es el recuerdo que tengo, o sea, de ir a alguna fiesta de chilenos: “¡Ya se van a poner a cantar estos viejos!”. Un vínculo, curiosamente, un vínculo maternal, como la música, como algo que te enseña tu mamá. Yo no soy el único que, digamos, en mi casa materna, mi mamá cantaba en muchos momentos de la vida. Yo crecí con alguien haciendo música en la casa, con alguien tocando algún instrumento; la guitarra, sobre todo, la guitarra.