El paisaje marítimo
El género del paisaje marítimo ha estado presente en diversas formas artísticas: pinturas, grabados, fotografías y más, han representado a lo largo del tiempo imágenes que se inspiran en el mar y en las embarcaciones que navegan en él. Desde tiempos remotos, los barcos han causado fascinación y por ello son un tema recurrente que se consolidó como un género específico al finalizar la Edad Media; será en el siguiente periodo histórico del Renacimiento su etapa de mayor esplendor, en la que los protagonistas son buques, naves, galeones, pesqueros y fragatas, entre otros.
Entre las propuestas que conforman esta pequeña colección encontramos los llamados “retratos de barcos”, en los que en algunos casos incluso podemos identificar el nombre del navío. La gran importancia que cobraron se debió a su papel para ejercer el comercio exterior y como un símbolo del poderío naval, tal como observamos en el antiguo grabado de un Buque de primer rango con pabellón y almirante. También resulta interesante considerar que antes de la existencia de los medios de comunicación, que se fortalecieron a lo largo del siglo xx, para muchos amantes del arte la única posibilidad de contemplar imágenes del mar era a través de sus representaciones plásticas.
La característica belleza del mar y sus múltiples posibilidades redundan en una rica variedad de obras: imágenes que lo muestran apacible y sosegado como en la pintura Barcos del mexicano Germán Gedovius, o en el óleo del español Gil Guillermo Gómez titulado Efecto de luna en Bayona, cuya representación nocturna es de una belleza extraordinaria, al igual que Nupcias del austriaco Franz Richard Unterbergery, o Pescadores y Barcos de Amador Lugo. En otra vertiente destacan aquellos trabajos en los que se hace referencia al escenario marítimo en donde tuvieron lugar hechos históricos relevantes como acontece en La captura de Guatimoc en la laguna de Texcoco de Luis Coto, o en dos fotografías: en la primera la toma capta una embarcación mexicana vinculada a las luchas agraristas y en la segunda podemos ver el buque Libertad, a cargo del segundo comandante, el marino Adolfo Bassó, militar de gran relevancia en el maderismo.