Nació en Monterrey, población entonces de la Nueva España, tomó el hábito y llegó a obtener el doctorado en Teología. Su historia podría ser muy diferente si no fuera por un controversial sermón que dio con motivo de la aparición de la Virgen de Guadalupe, con el que lejos de conmemorar el rito católico en realidad lo cuestionaba. Se le prohibió enseñar y predicar, y un proceso eclesiástico lo castigó con reclusión en España donde lo sorprendieron las noticias independentistas de 1810. En repetidas ocasiones estuvo preso y aun se mantuvo activo políticamente, incluso, asistió como espectador a las Cortes de Cádiz.

Desde Europa se involucró con el movimiento independentista y luego de un exilio que duró casi dos décadas regresó a la Nueva España y se sumó a la causa, se salvó de ser fusilado, al ser recluido en San Juan de Ulúa se promulgó el Plan de Iguala, con el que se concretaría la Independencia. Servando no estaba de acuerdo con que la nación recién creada debía continuar como una monarquía sino debía constituirse en República, aunque con ciertas reservas. En esta colección presentamos el discurso que pronunció como diputado en 1823 sobre el artículo 5° del Acta Constitutiva. Señalaba la inconsistencia de otorgar soberanía a las diferentes provincias que se esperaban confederar en una nación, en todo caso dar a las partes libertad e independencia dentro de la unidad, asimismo criticó que se copiara el modelo político de los Estados Unidos sin considerar la situación social e histórica del gran territorio que se enfrentaba a un futuro incierto. A grandes rasgos esbozamos la trascendencia de este personaje, esperamos que se alcance a entender por qué algunos lo llaman “el abuelo de la patria”.