Muerte de Mariano Escobedo: un liberal de contrastes y un mexicano del norte
22 de mayo de 1902
Héroe defensor frente a las tres grandes amenazas que se ciernen sobre la nación mexicana en el siglo xix, Mariano Escobedo combate a los norteamericanos, al intestino enemigo del liberalismo y a los franceses. Crea el Ejército del Norte, con el que obtiene los triunfos en San Jacinto, Santa Gertrudis y el sitio de Querétaro. Es decir, los golpes de gracia contra las fuerzas armadas que sostenían a Maximiliano de Habsburgo. Poco después preside la Suprema Corte de Justicia Militar y es ministro de Guerra y Marina.
Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña muere el 22 de mayo de 1902. Un hombre del siglo xix que colabora con las transformaciones fundamentales que consolidaron a la nación mexicana entre la consumación de su independencia y la penúltima reelección de Porfirio Díaz. Político de ideología liberal, gobierna San Luis Potosí y Nuevo León. Es senador y ministro de Guerra durante el periodo presidencial de Sebastián Lerdo de Tejada. Soldado raso voluntario en 1846, combate la invasión estadunidense, y no obstante haberse distinguido en los campos de batalla de Obispado, Angostura y Santa Rosa, se retira a una vida privada que habla sobre todo de un desacuerdo público con la política.
Con la Revolución de Ayutla en 1854 y ya capitán, subordinado a las fuerzas del general Juan Zuazua, se opone a Antonio López de Santa Anna. Con esta acción se desarrolla un sentido de identidad que diferenciara a Monterrey del centro y la capital hasta nuestros días. Vuelve a luchar en la Guerra de Reforma como coronel y su fama se torna referente nacional, siendo el primero en derrotar a los felones Miramón y Mejía. Durante la Intervención francesa, esencial para entender los movimientos del Ejército de Oriente y su eficacia, está entre los brigadieres que toman Acultzingo y resisten el sitio a Puebla en 1863. Aunque al final de su vida se había vuelto una especie de monumento para la legitimidad en los gobiernos de Porfirio Díaz, Mariano Escobedo permanece crítico y, junto a Vicente Riva Palacio, es una de las dos voces que representan acicate y tienen la posición necesaria ―Padres Fundadores de la Patria que se les venera en el Senado― para así hacerlo, de un gobierno por lo demás autoritario y represivo.