Dependiendo del lugar y las condiciones geográficas del mismo, se podrán encontrar distintas variedades, así como otros métodos de preparación que otorgan una gran riqueza a las recetas tradicionales. El chile es uno de los ingredientes más emblemáticos de la gastronomía mexicana; se conocen alrededor de 35 especies originarias del continente americano, siendo nuestro país el que cuenta con una mayor diversidad. El maíz es el cultivo agrícola más importante de México al formar parte de nuestra alimentación diaria, por su uso en la ganadería y como materia prima para la creación de diversos productos industriales. La Conabio en su artículo “Maíces” destaca que “El desarrollo de los grupos Aztecas, Mayas, Zapotecas, Mixtecas, Purhépechas, Totonacas, Mazatecas, Chinantecas, Zoques, etc., se fundamenta en el cultivo y aprovechamiento de este grano. En sus crónicas, cantares, leyendas, es el maíz motivo, deidad, materia prima que constituye a los primeros humanos, razón del calendario agrícola y festivo. La cultura nahua lo nombró ʻtlaolliʼ, ʻnuestro sustentoʼ”.

México alberga alrededor de 70 especies de frijoles de las aproximadamente 150 que se conocen en el mundo. Son un elemento fundamental de nuestra gastronomía y se les encuentra como complemento de muchísimos platillos a lo largo y ancho del país, como los tradicionales antojitos, aunque también pueden ser ingredientes principales de diversas recetas, como los frijoles charros. Para potencializar su valor nutrimental es ideal combinarlo con algún cereal, como el maíz. La familia de las cactáceas le regala a México el nopal, donde existen alrededor de 90 especies. Ha estado presente en nuestra dieta desde tiempos inmemoriales ya que brinda beneficios nutrimentales importantes por su bajo contenido calórico que contrasta con su alta concentración de potasio, calcio y magnesio.