El último informe de Porfirio Díaz
1° de abril de 1911
Calificada por la prensa adherida al régimen como una ceremonia imponente, el 1° de abril de 1911 el presidente de México, Porfirio Díaz, dirigió su mensaje a la nación como los años anteriores. Lo que Díaz ignoraba, aunque quizá comenzaba a imaginarlo, es que éste sería el último informe que daría como primer mandatario del país. Los diarios capitalinos lo consideraron como uno de los informes más esperados pues la iniciativa de legislar la no reelección ya se encontraba sobre la mesa y según había opinado el Ejecutivo, encontraría en él un decidido apoyo.
La entrevista Díaz-Creelman de 1908, la agitación política vivida en el país desde entonces, así como la aparición de múltiples publicaciones cuestionando al régimen, entre las que destacan Los grandes problemas nacionales (1909), de Andrés Molina Enríquez, y La sucesión presidencial en 1910, de Francisco I. Madero, fueron el preludio de la debacle que se avecinaba. Sin embargo, en su presentación ante el Congreso, Díaz habló de diversidad de temas alejados de la inminente caída: las relaciones amistosas con los países extranjeros, las obras portuarias en Coatzacoalcos y Salina Cruz, la inauguración de la Universidad Nacional o los trabajos de la Inspección General de Monumentos Arqueológicos.
Los documentos que presentamos en esta colección, y que pertenecen al archivo Francisco I. Madero del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, resumen las reacciones de aquellos primeros días de incertidumbre política entre abril y mayo de 1911. Podemos advertir las felicitaciones por los triunfos rebeldes, los consejos que se daban a Madero ante el panorama político, las opiniones sobre la renuncia del presidente, las dudas que se generaban ante la situación del país, así como las opiniones que se tenían en esos momentos acerca del propio Díaz. Hagamos memoria a través de ellos y recordemos los últimos días en México del hombre que dirigió el rumbo de la nación durante poco más de tres décadas.