El derecho de niñas y niños al descanso, al juego y al esparcimiento
El juego es uno de los elementos esenciales para el desarrollo infantil. A través del juego se socializa, se aprende, se conoce el mundo y se vislumbra todo lo que éste tiene para ofrecer. Gracias a instrumentos internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, países como México y demás miembros adheridos a ella “reconocen el derecho del niño al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y las artes”.
Niños y niñas deben jugar para tener un crecimiento intelectual y emocional sano. A pesar de que podríamos creer que es algo simple, comparado con otros derechos de la niñez, en realidad el juego y el esparcimiento son difíciles de asegurar y salvaguardar pues su definición es compleja y depende del contexto en el que se utilice, además de que conlleva una fuerte carga cultural. Si bien es cierto que no se necesitan grandes sumas de dinero para pasar un buen rato, también es verdad que los juguetes, libros y otros materiales que podrían ayudar a los infantes a divertirse no siempre están al alcance de todas las familias.
Por eso, pasar tiempo al aire libre y en movimiento es esencial para complementar las actividades lúdicas que, además, según los resultados del Primer Ejercicio de Participación Ciudadana por la Primera Infancia realizado en 2019, es una de las mayores causas de su felicidad. La colección que presentamos para llamar la atención sobre este derecho infantil reúne fotografías y objetos que nos recuerdan la importancia del juego en la vida de los menores, desde juguetes antiguos y artesanales hasta carteles de funciones de títeres y varias escenas de la vida cotidiana en donde los pequeños disfrutan de esta práctica fundamental.