Víctor Flores Olea, titular en 1992 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, escuchó las peticiones de los fotógrafos, y durante la inauguración de una muestra de Manuel Álvarez Bravo anunció la fundación de un Centro de la Imagen, el cual sería un sitio de “encuentro fotográfico para la creación”. La idea era que fuera un lugar de exposiciones, aunque también contaría con un foro de documentación fotográfica, talleres, laboratorios de experimentación y espacios en donde poner en práctica las técnicas más novedosas que existieran en esta práctica. Sin embargo, las intenciones no se concretaron debido a que los funcionarios interesados en llevarlas a cabo fueron removidos de sus cargos, por lo que sólo pudo realizarse hasta dos años después. Se decidió entonces que se ubicaría en un espacio de la Ciudadela, que ya albergaba también a la Biblioteca de México y a la Escuela de Diseño y Artesanías del inba.

El proceso de creación de este lugar y los eventos que desde entonces se llevaron a cabo en él en sus primeros años de vida pueden rastrearse a través de la columna “Clicks a la distancia”, de José Antonio Rodríguez, periodista, crítico e investigador dedicado a este rubro del arte mexicano. Hoy en día, esta institución de carácter público continúa con su labor de difusión de la fotografía a través de diversas publicaciones, eventos culturales y exposiciones.