De los que se tiene registro en la segunda mitad del siglo xx son los temblores de 1957 conocido por haber sacudido el monumento a la Independencia y derribado la victoria alada, y aquel del 19 de septiembre de 1985 que destruyó una cantidad enorme de edificios en toda la ciudad causando la muerte de 12 mil personas y cuantiosos daños materiales. Este sismo, uno de los más recordados, ocurrió a las 7:19 de la mañana con una magnitud de 8.1 grados en la escala de Richter ocasionando una destrucción sin precedentes en nuestra historia contemporánea.

El temblor registrado en las costas de Michoacán había sacudido por más de un minuto y medio la ciudad en varios movimientos oscilatorios y trepidatorios que provocaron el colapso y el derrumbe de edificios de todo tipo: hoteles de la zona centro, edificios públicos, oficinas, escuelas, casa habitación, multifamiliares, calles y avenidas, puentes, etcétera.

Las fotografías de Alfredo Hernández son un testimonio visual a color, que dan cuenta de los recorridos del fotógrafo después del siniestro y permiten observar, a través de este reportaje a ras de piso, la desolación de las calles y el nivel de destrucción a la que se sometió la Ciudad de México.

Las colonias Juárez y Roma sufrieron daños en sus calles y en algunas casas de estilo art nouveau y art decó. Cayeron escuelas que quedaron en calidad de cúmulos de cemento. Imágenes poco conocidas de la avenida Juárez y Balderas es el proceso de demolición días después del terremoto de los hoteles Continental y Regis cuyos espacios en la actualidad son ocupados por la plaza de la Solidaridad que se encuentra muy cerca de la Alameda Central.