Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia
17 de mayo
El día 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su catálogo de enfermedades. Desde entonces, esta fecha se convirtió en un símbolo a nivel internacional, por lo que se decidió que todos los años se aprovechara para conmemorar el Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia. El decreto promulgado en 2014 por el entonces presidente de la República Enrique Peña Nieto lo oficializó y además se le consideró el primer posicionamiento formal y claro del Poder Ejecutivo en relación a la necesidad de combatir la homofobia con políticas públicas.
Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), este decreto que incentiva la lucha contra la homofobia, en conjunto con la implementación de políticas públicas, tiene el objetivo de promover su eliminación en todos los ámbitos de la sociedad, así como de “prevenir actitudes que afecten el ejercicio de los derechos y libertades en igualdad de condiciones debido a los prejuicios, estereotipos y estigmas hacia la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual”. La diversidad de preferencias sexuales es tan antigua como la historia de la humanidad. Sin embargo, por siglos, la mayoría de las formas de vivir y practicar la sexualidad han sido censuradas y descalificadas en nombre de un único estilo de vida: la familia heterosexual, promovida por la Iglesia católica. Fue a partir de los años setenta del siglo xx cuando este grupo comenzó a organizarse. A marchas como las del 26 de julio —aniversario del inicio de la Revolución cubana— o del 2 de octubre —conmemoración de la masacre de estudiantes en Tlatelolco—, se sumó un contingente abiertamente homosexual para demandar el reconocimiento de sus derechos y el fin a la represión policial. Al año siguiente, articulados con el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Partido Comunista Mexicano, colectivos lgbtiq+ y feministas convocaron a la primera Marcha del Orgullo. Desde entonces, y aunque la historia no ha dejado de ser de estigma, represión y abusos, ahora también es de orgullo, lucha y resistencia.