Halconazo
10 de junio de 1971
El jueves 10 de junio de 1971 se llevó a cabo uno de los actos de represión más brutales por parte del Estado hacia la sociedad mexicana. Una manifestación pacífica de estudiantes que marchaban del Casco de Santo Tomás rumbo al Monumento a la Revolución fue interceptada por el grupo paramilitar conocido como los Halcones, quienes le pusieron fin valiéndose de la violencia, las armas y la protección de las autoridades capitalinas y de los cuerpos de seguridad que se encontraban en el lugar.
Este acontecimiento se ha registrado en la memoria mexicana con el nombre de Halconazo. El Halconazo, también conocido como la matanza del Jueves de Corpus, se recuerda, además de por la extrema violencia con la que se actuó, por haberse llevado a cabo al amparo de un discurso gubernamental que promovía la apertura democrática y la inclusión de grupos marginados por los anteriores gobiernos en sus nuevas políticas. Sin embargo, la represión evidenció la participación flagrante de las autoridades capitalinas y federales en su organización y expuso la verdadera cara del gobierno: intolerante, cerrado a las opiniones contrarias a él y sin ningún reparo por eliminar a quien no simpatizara con el sistema. Este crimen de Estado continúa en la impunidad a pesar del reconocimiento de sus autores y de las evidencias que existen en su contra, por lo que es necesario recordarlo y hacer memoria sobre él para alcanzar la justicia y la reconciliación.