Pronto se posicionó como uno de los más incisivos hacia el régimen de Porfirio Díaz no sólo a través de sus escritos, sino por las caricaturas que los acompañaban en cada número. Entre todos los problemas que los editores trataron en su publicación estuvo también el de las tierras. Don Porfirio apoyó sus programas de desarrollo agrícola en las Leyes de Colonización y de Ocupación y Enajenación de Terrenos Baldíos y promovió así la celebración de contratos para fomentar el asentamiento de nuevos pobladores a lo largo del territorio nacional. Esto, junto con el Decreto del Ejecutivo sobre Colonización y Compañías Deslindadoras que estableció la medición, fraccionamiento y valuación de los predios baldíos o de propiedad nacional, inició el proceso de despojo que sufrieron las comunidades rurales, así como numerosos poseedores de pequeños predios rústicos que carecían de títulos de propiedad sobre sus terrenos. En la colección que presentamos en esta ocasión, mostramos algunos números de este impreso en los que se reprueba de manera radical la política agraria implementada por el dictador.