Sin embargo, esa fecha propuesta por el Gobierno de la Ciudad de México para la fundación de la metrópoli de los tenochcas hace siete siglos, rápidamente entró en un amplio debate y cuestionamiento por parte de reconocidos especialistas que durante décadas han estudiado la salida de los aztecas desde Aztlán, su larga peregrinación y su instalación final dentro de un islote con cañaverales en uno de los lagos de la Cuenca de México. La mayoría de ellos sostienen que las 14 fuentes documentales confiables del siglo xvi que dan cuenta de ese mito fundacional, lo documentan para el “año 2 casa”, que muy probablemente sea 1325. Y sólo en un texto redactado por un autor desconocido entre 1543 y 1548 titulado History du Mexique, que perteneció al cronista André Thevet (quien nunca estuvo en la Nueva España) y cuya única copia escrita en francés es una traducción de un documento original en castellano hoy desaparecido, se escribió: “Y habiendo llegado a México [los mexicanos] pasaron 28 años para fundarla, y entonces entraron y comenzaron a contar desde su llegada hasta el presente, que fue, según nuestra cuenta en el año de la encarnación de Jesucristo de 1321, de manera que hace 222 años que fue fundada…” (foja 82v traducción del francés al español). La discrepancia de la fecha de fundación del asentamiento escrita en esta fuente de la que aparece registrada en otros documentos contemporáneos fue la principal razón por la que muchos investigadores cuestionaron que esta conmemoración se llevará a cabo en 2021, por lo que quizá se debería hacer hasta 2025. Pero más allá de este y otros cuestionamientos, el resultado más importante de promover esta conmemoración por parte del Gobierno Federal es que se pudo reunir en el Museo del Templo Mayor a varios de estos especialistas, quienes discutieron sobre los inicios de México-Tenochtitlan.