Esta nave, también conocida como Nao de China, permitió no sólo un flujo regular de mercancías, sino también de noticias, ideas y personas a través del Pacífico. La consolidación del enclave hispano en Manila por cuestiones geoestratégicas, comerciales y religiosas también trajo problemas entre funcionarios, autoridades virreinales y otros sectores de la sociedad, por lo que fue un elemento agridulce para la administración peninsular. Los documentos que presentamos en esta colección, pertenecientes al Archivo General de la Nación, nos muestran la forma en que se articuló la colaboración entre estos lugares aparentemente lejanos pero que compartieron una cultura y un pasado común.