Infraestructura y servicios: la nueva cara de la Revolución
Una vez que la etapa armada de la Revolución mexicana llegó a su fin debía afianzarse lo alcanzado a través de la vía institucional. La violencia tenía que dejarse de lado y pensar en construir un país nuevo que, además, materializara las demandas sociales por las que se había luchado. Uno de estos anhelos fue la mejora en las condiciones de vida de la sociedad mexicana.
De este modo, los gobiernos emanados de este conflicto se dieron a la tarea de crear la infraestructura para satisfacer las necesidades de la población: introducción de agua potable, construcción de escuelas, hospitales, vivienda para los trabajadores, instalaciones deportivas y vías de comunicación fueron algunas de las obras que comenzaron a realizarse desde periodos tempranos, tanto en la capital como en otras zonas de la república, muchas de las cuales siguen en uso hasta nuestros días. No fue un proceso sencillo, fueron décadas invertidas en la planeación y urbanización de distintas demarcaciones del país a lo largo del siglo XX, incluso en algunas partes aún faltan los servicios básicos. En la colección que presentamos en esta ocasión ofrecemos una serie de imágenes relativas a la creación de diversas instalaciones de utilidad pública que, a pesar de haber sufrido modificaciones, continúan como elementos urbanos esenciales, pero también recordándonos que ciertas aspiraciones revolucionarias siguen vigentes.