Comandanta Ramona
Desde los Altos de Chiapas, al sur de México, aparece Ramona, indígena y valiente guerrillera. Era bordadora, como la mayoría de las mujeres tzotziles, y lo siguió siendo hasta sus últimos días. Se convertiría también en comandanta del ezln y en una de las figuras más destacadas del movimiento zapatista. Fue conocida por ser la primera voz femenina del Ejército Zapatista y, sobre todo, por su incansable trabajo en defensa de los derechos de las mujeres indígenas y por combatir la discriminación hacia las comunidades originarias.
La comandanta Ramona nació en la comunidad tzotzil de San Andrés Sacamch’en de los Pobres, Chiapas. No sabía leer ni escribir, ni hablaba español, hasta que conoció al ezln. Fue crucial para la participación de las mujeres en el zapatismo. En 1993, Ramona, junto a la comandanta Susana, impulsó la Ley Revolucionaria de Mujeres, documento en el que se establecen los derechos de las mujeres dentro de la organización y en las comunidades. Esta ley garantiza el derecho a la participación política, al salario justo, al trabajo digno, a la educación y a la salud, así como la prohibición de matrimonios forzados y la libre elección del número de hijos, entre otros puntos. Un gran logro en un contexto marcado por el machismo, tanto de las comunidades indígenas como de la sociedad mexicana en general.
Ramona se convirtió en una de las caras más visibles de la insurgencia por su participación en eventos clave. Estuvo al mando, junto con otros comandantes, de las filas insurgentes que tomaron la ciudad de San Cristóbal de las Casas el 1° de enero de 1994, cuando el ezln le declaró la guerra al Estado mexicano, acción que sin duda marcó la irrupción pública de los zapatistas en la escena nacional e internacional. Fue también protagonista de los Diálogos de San Andrés y en 1996 estuvo a la cabeza de los insurgentes cuando salieron de la montaña para dirigirse a la capital del país. Por más de 20 años, la comandanta Ramona luchó como parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (ccri), órgano supremo de la organización zapatista.
Ramona, quien ha sido una inspiración para las luchas feministas, antirracistas y para la autonomía de los pueblos indígenas, murió en 2006 después de haberse convertido en un símbolo de la dignidad, la resistencia y la lucha de las mujeres indígenas.