¡El pueblo unido jamás será vencido! Música y protesta en América
¡El Pueblo unido jamás será vencido! es el nombre de una canción del grupo chileno Quilapayún que se ha convertido en el himno de protesta por excelencia de los movimientos sociales en los países de habla hispana. Canción y letra escrita por Sergio Ortega que se dio a conocer tres meses antes del golpe militar que puso fin al gobierno de la Unidad Popular encabezado por Salvador Allende en Chile. Al parecer, la inspiración que dio origen a esta canción tuvo lugar en Santiago, Chile, en junio de 1973, cuando ocurrió una intentona golpista en el país andino.
Los grupos Quilapayún, del que Víctor Jara fue integrante, e Inti- Illimani son algunos representantes de la llamada Nueva Canción Chilena que algunos consideran como música de protesta, pero a decir del mismo Jara, este género no existía porque la música es una manifestación propia de la especie humana, donde se expresan ideas y sentimientos que, precisamente, en las décadas de 1960 y 1970, al calor de los movimientos estudiantiles en México, los Estados Unidos, Francia y Checoslovaquia en contra del imperialismo estadunidense y soviético provocaron el surgimiento de protestas multitudinarias, mismas que fueron reprimidas de forma violenta. Los músicos latinoamericanos plasmaron lo anterior en las letras de sus canciones, como es el caso de ¡El pueblo unido jamás será vencido! o Venceremos.
La Nueva Canción Chilena, como fue conocida, acompañó los mítines electorales del candidato presidencial de la Unidad Popular, Salvador Allende y, durante su gobierno (1970-1973), estas canciones se convirtieron en himnos populares que campesinos, obreros y estudiantes universitarios entonaban durante sus asambleas. Si bien la dictadura militar que se impuso por la fuerza en septiembre de 1973 buscó por todos los medios erradicar este género musical, sin éxito, porque aún hoy son muy populares en círculos estudiantiles e intelectuales.
