Ogazón es el pianista más famoso de la época del porfiriato y de los primeros años de la Revolución mexicana. Su familia es de rancio abolengo nacionalista y liberal. Una de sus tías, Juana Ogazón Velázquez, fue madre del general y gobernador de Nuevo León Bernardo Reyes; la otra, Isabel Ogazón Velázquez, fue madre del licenciado Ignacio Luis Vallarta. Los especialistas discuten si fue Ogazón, en 1892, o Ricardo Castro un año después, quienes por primera vez interpretaron en México el concierto para piano en La menor, Opus 16, compuesto por Edvard Grieg en 1868. Discípulo de Carlos J. Meneses, es quien lo anima a tocar la exigente pieza del compositor noruego. En 1898 ofrece un recital en la Cámara de Diputados y en el conservatorio un ciclo con obras tan complejas como Frédéric Chopin, Franz Liszt y Robert Schumann.

Estudia en Nueva York, en 1903, y se desempeña como concertista mexicano en la Exposición Universal de San Luis Missouri. En 1906, en el teatro Arbeu, sorprende con su dominio en el concierto para piano y orquesta número 1 en Si bemol menor, Opus 23. En 1907 está de gira por México Friedrich "Fritz" Kreisler, un violinista austriaco de fama internacional. Una verdadera estrella de la música clásica, el cual gusta por el intenso y expresivo vibrato, la naturalidad del “legato” y su perfecta articulación. Características que halla en Ogazón y razón por la que lo invita a presentarse como dueto en el verano de 1908.  Manuel M. Ponce es la otra figura de similar estatura y con la que Ogazón trabó amistad e impulso institucional para el arte de crear y organizar sonidos y silencios respetando fundamentos de melodía, la armonía y el ritmo, como imponía el paradigma sinfónico al que ambos pertenecían y que recibió el circunstancial embate del jazz.